15 grandes leyendas africanas (y su significado)

Este continente cuenta con una riqueza cultural basta y llena de sabiduría.

Leyendas Africanas

Hay mucho que debemos aprender de África y su gente. Se trata ni más ni menos que del origen de la humanidad, pues fue ahí donde surgieron los primeros homínidos. Actualmente es un continente que alberga múltiples países y tribus.

Si bien los unen muchas cosas, también es cierto que las diferentes culturas que se conjugan en este continente lo convierten en uno con gran riqueza cultural. Las tribus guardan conocimientos ancestrales y las leyendas africanas son una buena forma de acercarnos a ellos.

15 leyendas africanas que te dejarán enseñanzas de vida

Las leyendas son una forma sencilla de transmitir enseñanzas. Si bien es muy útil para explicarle a los más pequeños algunos conceptos complejos, también se vuelven por sí mismas tesoros y legados de una cultura.

La cultura africana tiene mucho que enseñar al mundo. Su cosmovisión está llena de un sentido humano profundo, de la importancia de la colectividad y de la conexión del ser humano con la naturaleza. Para poder entender un poco sobre estas enseñanzas, hemos compilado 15 leyendas africanas que te encantarán.

1. La creación del mundo

En el continente africano existen muchas leyendas acerca de la creación del mundo. Debido a que existen múltiples tribus, cada una tiene su propia versión y es difícil unificarlas. Esta leyenda sobre la creación del mundo es de la tribu de los Boshongo.

La leyenda cuenta que al principio solo existía la oscuridad, el agua y el dios creador Bumba. Un día el dios tuvo un gran dolor de estómago y vomitó. Ese vomitó era el sol y con él, la luz y el calor que a su vez generó tierra seca. Días más tarde Bumba volvió a vomitar y aparecieron la luna y las estrellas. Tras un tercer malestar, aparecieron los animales, el rayo y el ser humano.

Los hijos dioses de Bumba comenzaron a terminar la obra de su padre, pero el rayo empezó a causar muchos problemas y Bumba decidió encerrarlo en el cielo. Entonces se quedaron sin fuego, pero Bumba les enseño a crear fuego usando la madera. Bumba les dijo que todo eso les pertenecía ahora y que nunca olvidaran que él había sido el creador.

2. La leyenda del baobab

La leyenda del baobab es una historia que habla sobre la soberbia. Además es una forma de explicar a los niños la razón de la forma de estos árboles típicos de la sabana africana. La leyenda comienza explicando que hace mucho tiempo, el baobab era el árbol más hermoso de entre todos los árboles en África.

Todos estaban cautivados por sus ramas fuertes, su corteza suave y las flores, que tenían un color hermoso. Los dioses le habían otorgado también longevidad, y el baobab aprovechó esto para crecer más y hacerse más fuerte. Pero esto hizo que sus ramas taparan el sol y que el resto de los árboles crecieran en la oscuridad.

El baobab retó a los dioses diciéndoles que crecería hasta el cielo. Pero entonces ellos se dieron cuenta de su soberbia y lo castigaron. Desde ese momento este árbol creció al revés, tenía las flores hacia abajo y las raíces hacia el cielo. Por esa razón el baobab tiene esa forma tan extraña.

3. El elefante y la lluvia

Esta leyenda sobre el elefante y la lluvia es una historia para recordar lo importante que es el agua. Además también tiene una enseñanza acerca de compartir. Se dice que hace muchos años, un elefante le dijo a la lluvia que seguramente estaba muy contenta porque gracias a la lluvia, todo era verde y aparecían las flores.

Pero luego de esto la retó preguntándole que qué pasaría si el elefante comenzara a arrancar las plantas. La lluvia se molestó y le advirtió que si lo hacía, dejaría de mandar agua a la tierra. El elefante no escuchó y comenzó a pisotear las flores y derribar los árboles hasta no dejar nada en pie. Entonces la lluvia dejó de mandar agua.

Un día, el elefante comenzó a tener mucha sed. Estaba tan sediento que habló con el gallo para pedirle que fuera a hablar con la lluvia y le pidiera agua. La lluvia aceptó. Mandó agua sobre la casa del elefante y se formó un charco, pero el elefante no dejó que ningún otro animal bebiera agua de ahí. Llegaron muchos animales sedientos, pero el gallo, a quien el elefante dejó de guardián, no les dejó beber.

El león no escuchó y le dijo que él de todos modos tomaría agua del charco. Al hacerlo, los demás animales decidieron hacer lo mismo. Cuando el elefante volvió, ya casi no quedaba agua. Pero no se enfadó, y en lugar de eso se dió cuenta lo egoísta que había sido cuando todos necesitaban agua.

La lluvia se dio cuenta de esto y decidió volver a mandar agua a la tierra, lo que hizo que todo volviera a brotar. Desde entonces todos saben que el agua se debe cuidar y compartir.

4. La leyenda del lago de Antañavo

La leyenda del lago de Antañavo pertenece a una tribu de Madagascar. El lago de Antañavo es considerado sagrado y se cree que sus aguas no deben tocarse con el cuerpo. Esta leyenda explica cómo apareció este lago.

Se dice que antiguamente había un próspero poblado donde había una pareja con un pequeño bebé. Un día el bebé lloraba y su mamá intentaba consolarlo y decidió salir a pasear al niño esperando que con eso se calmara. Llegó a un árbol donde las mujeres molían arroz y sentados ahí el bebé se calmó y durmió. Cuando la mujer trató de ir de regreso a casa, el bebé volvió a llorar, la madre regresó al mismo árbol y el bebé se calmó. Así ocurrió muchas veces, hasta que la madre decidió que era mejor dormir bajo el árbol.

De pronto todo el pueblo desapareció, hundiéndose en las aguas frente a los ojos de la madre. Corrió a contarle a los pueblos vecinos lo sucedido y desde entonces consideraron aquel lugar como un lugar sagrado. Se dice que los cocodrilos que actualmente viven en este lago son las almas de los habitantes del poblado.

5. La hiena y la liebre

Esta leyenda africana explica por qué las hienas tienen la piel rayada. También habla acerca de la mentira y el egoísmo. Esta leyenda cuenta que hace mucho tiempo vivían una hiena y una liebre que eran muy buenos amigos. La hiena era mentirosa y engañaba a la liebre, robándole cada pez que la liebre pescaba.

Esto era así porque la hiena inventaba juegos donde el premio era el pez que la liebre había obtenido. Pero la hiena siempre hacía trampa, así que un día la liebre se cansó y le dijo a la hiena que ese día ella se comería sola al pez. Pero la hiena la convenció de que no lo hiciera pues era un pez demasiado grande para su estómago pequeño.

Sin embargo, la liebre le dijo que no importaba y que lo pondría a las brasas para después comerlo a trozos. La hiena intentó robar el pescado mientras la liebre dormía, pero cuando iba a tomar el pez de las brasas la liebre se levantó y tomó la parrilla, con la que azotó a la hiena que aullaba de dolor. La hiena terminó con el cuerpo marcado con las barras de la parrilla y desde entonces las hienas tienen la piel rayada.

6. La leyenda del árbol de la historia

Esta leyenda es sobre viajes en el tiempo. Se cuenta en Tanzania, en la tribu de los Chagga. Se dice que una vez un joven y sus amigos fueron al recoger hierbas, cuando encontraron un lugar donde se veía una gran cantidad de hierbas. Una de las muchachas cayó a una zona llena de lodo y se hundió por completo.

Sus amigos intentaron sacarla de allí, pero no pudieron hacer nada. Corrieron a la aldea para dar aviso a sus padres. Ellos pidieron ayuda al resto del pueblo y fueron juntos hasta el lugar donde la joven había desaparecido. Un viejo sabio del pueblo le dijo que sacrificaran una oveja y una vaca para obtener alguna ayuda.

Así lo hicieron y pudieron oír la voz de la muchacha, aunque cada vez más lejos. Tiempo después, en ese lugar creció un árbol muy grande. Un día dos jóvenes treparon el árbol, cuando de repente comenzaron a gritar que estaban siendo llevados al pasado. Desaparecieron tras estas palabras, dándole al árbol su título de “árbol de la historia”

7. La piel del cocodrilo

La leyenda de la piel del cocodrilo habla sobre ser demasiado presumidos. Esta historia proviene de Namibia y es una forma de explicar a los niños que estar buscando la admiración de otros y ser presumidos puede llevarnos a realizar actos con malas consecuencias.

Esta leyenda cuenta que hace muchos años, la piel de los cocodrilos era lisa y dorada. También era cierto que pasaban debajo del agua todo el día y solo salían por la noche. Cuando salían del agua, la luna se reflejaba en su piel y todos los animales se quedaban sorprendidos al ver su piel hermosa. Los cocodrilos, orgullosos de su piel, comenzaron a salir también de día para que los otros animales los observasen.

Debido a esto, los animales comenzaron a ir a beber agua de día y de noche para ver a los bellos cocodrilos. Pero entonces sucedió que el sol comenzó a secar la piel de los cocodrilos, que cada día se ponía más fea. Los demás animales dejaron de admirar su piel y los cocodrilos terminaron con la piel arrugada y desagradable, dejando de causar tanta admiración.

8. El origen de la muerte

Esta leyenda sobre el origen de la muerte pertenece a la tribu Zulú. Es una historia, que al contrario que otras, no habla sobre la vida y la creación sino sobre la muerte y la destrucción, que también son parte de la vida.

Esta leyenda dice que después de la creación del hombre, él no sabía si era eterno o no. Entonces Unkulunkulo, la deidad creadora, le dió la inmortalidad. Para avisar al hombre de que tenía este don, mandó al camaleón Unawabu. Pero en el camino se detuvo a comer y por esta razón tardó más en hacer llegar el mensaje.

Unkulunkulo estaba en espera de recibir el agradecimiento por haberles otorgado la inmortalidad, pero como no recibió ningún mensaje pensó que los hombres eran malagradecidos y decidió que los humanos morirían. Mandó al lagarto a darles el mensaje, el cual sin ninguna distracción fue a entregarlo. Por esta razón los seres humanos somos mortales y nuestro destino es morir.

9. El zorro y el camello

La historia del zorro y el camello es ideal para mostrarles una lección a los niños. Esta leyenda pertenece a Sudán del sur. Se cuenta que a Awan, un zorro muy inteligente, le gustaban mucho las lagartijas. Se había comido todas las que había de un lado del río, pero sabía que del otro lado había aún más lagartijas.

Pero Awan no podía ir al otro lado porque no sabía nadar. Entonces fue con su amigo Zorol, el camello, y le dijo que quería llevarlo a un lugar donde había mucha cebada. Zorol aceptó y lo montó en su joroba. Awan llevó a Zorol a cruzar el río y lo llevó al campo de cebada mientras él buscaba lagartijas. Después de comer unas cuantas, se puso a gritar y correr por el campo de cebada.

Los dueños escucharon los gritos y con palos y piedras pretendían espantar al zorro. Al llegar al campo vieron a Zorol y pensando que él era el causante de los gritos le dieron una paliza. Cuando Awan llegó a verlo, Zorol le dijo: “¿Por qué gritaste como loco? Me lastimaron por culpa tuya.”, -a lo que Awan contestó,- “Tengo la costumbre de correr y gritar después de comer lagartijas”.

Zorol y Awan regresaron a casa, Awan de nuevo montado en Zorol, pero al entrar al río el camello comenzó a bambolearse. Awan le dijo: “¿Qué haces? No sé nadar, no hagas eso.”. A lo que Zorol contestó: “Tengo la costumbre de bailar después de comer cebada.” Awan se cayó al agua llevándose un buen escarmiento.

10. La leyenda de Bamako

La leyenda de Bamako es una explicación acerca de el origen de la luna. Esta historia cuenta que en el origen de los tiempos, la tierra estaba acompañada solamente por el sol. Así que cuando llegaba la noche estaba todo en total oscuridad y los maleantes podían hacer sus fechorías sin ser vistos. Un día hubo un ataque en la aldea de una joven llamada Bamako.

Los pobladores no podían ver a sus atacantes y defenderse, y esta situación se repitió constantemente mientras Bamako se entristecía sin poder hacer nada. Un día el dios N’togini se le apareció en un sueño y le dijo que si aceptaba casarse con su hijo la llevaría al cielo y entonces podría alumbrar para evitar que lleguen los atacantes.

Bamako aceptó. El dios le dijo que debía subir a la roca más grande que había junto al río para lanzarse de éste y que su futuro marido estaría ahí para sostenerla y subirla al cielo. Así lo hizo Bamako y la transformó en la luna. De esta manera los pobladores pudieron luchar contra los atacantes y vencerlos.

11. Las manchas del guepardo

La leyenda del guepardo explica el origen de las peculiares manchas de este felino, además de enseñar el valor del respeto. Se dice que una madre guepardo regresaba de atrapar una presa para sus cachorros, cuando un engaño del cazador la hizo creer que los habían capturado, por lo que soltó la presa y fue a buscarlos.

Los buscó sin éxito y al regresar se dio cuenta que la presa que había cazado para comer, tampoco estaba. Entonces lloró y lloró mucho hasta que sus lágrimas crearon manchas en su piel. Además sus cachorros seguían sin aparecer. Poco a poco los cachorros regresaron y el cazador fue castigado por otros humanos tras haber obrado mal.

Desde ese momento las manchas en el guepardo se quedaron como un recuerdo de que las tradiciones sagradas de la caza deben prevalecer y sobre todo ser respetadas. El guepardo se convirtió en un símbolo de amor y respeto.

12. La leyenda de Ayana y el espíritu del árbol

La leyenda de Ayana y el espíritu del árbol es una historia acerca del amor más allá de la muerte.

Ayana era una pequeña niña que quedó huérfana de madre. Poco tiempo después su padre se casó de nuevo, pero su madrastra no era muy cariñosa con ella. La joven Ayana iba todos los días a visitar la tumba de su madre y contempló cómo ahí nacía un árbol, que creció hasta ser un gran árbol.

Un día, estando en la tumba escuchó que el viento le susurró que podía comer un fruto del gran árbol y que su madre seguía siempre junto a ella. Cuando Ayana comió el fruto, se dió cuenta que eran realmente deliciosos y que atenuaba la pena que sentía. Así que cada día comía un fruto de esta árbol, hasta que su madrastra se enteró y mandó a su marido a talarlo.

Ayana lloró por la pérdida del árbol y hasta que un día asomó de la tierra una calabaza. Al abrirla se dio cuenta que el néctar tenía un sabor diferente y que al beberlo también calmaba su dolor. Su madrastra se enteró de nuevo y mandó al padre a cortar la calabaza. Ayana comenzó a llorar de nuevo, entonces surgió un arroyo y Ayana bebió de él.

El arroyo tenía las mismas propiedades que la calabaza y el árbol, por lo que la madrastra mandó cubrir el río. Ayana se encontraba en la tumba de su madre cuando un cazador que pasaba pidió permiso para cortar madera del árbol muerto, pues le parecía ideal para construir un arco y flechas. Ayana aceptó y quedó enamorada de él.

Cuando pidió permiso a su padre para casarse con el cazador, éste le dijo que solo lo permitiría si era capaz de demostrar que era digno, y para eso debía cazar 12 búfalos. El cazador nunca antes había podido cazar uno, pero decidió intentarlo. Su sorpresa fue que pudo cazar a los búfalos con facilidad. Así Ayana pudo casarse y abandonar el hogar de su padre y su horrible madrastra, gracias a la bendición de su madre.

13. La leyenda de Anansi y la expansión de la sabiduría

La leyenda de Anansi explica por qué la sabiduría se encuentra en todos lados.

Existía hace muchos años el padre Ananzi, que era un viejo sabio. A él acudía toda la gente para pedir consejo y aprender de él. pero un día la gente se comportó de forma incorrecta y Ananzi decidió privarlos de la sabiduría, y quitarles la que ya les había dado, así que metió toda la sabiduría en un gran jarrón y fue a ocultarlo para que nadie lo encontrara.

Cuando salió de su casa para ocultar el jarrón, su hijo Kweku se percató de que algo extraño ocurría y fue detrás de él para intentar descubrir qué tramaba su padre. Entonces Anansi subió por unas palmeras muy altas mientras sostenía la jarra con una cuerda, atada por delante. Esto le impedía subir rápidamente y se estaba dificultando bastante llevar a cabo la labor.

Entonces Kweku le gritó desde abajo que la mejor forma de subir era colgar de su espalda el jarrón. Ananzi se percató de que lo que su hijo decía era cierto, y le dijo que él había creído contener todo la sabiduría en ese jarrón, pero ahora se daba cuenta que no era así.

Se dió cuenta que su hijo había sido más sabio que él y decidió lanzar el jarrón con todas sus fuerzas por el aire lo más lejos que se pudiera. El jarrón impactó con una gran piedra y se rompió en muchos pedazos. Es así como la sabiduría que contenía el jarrón se derramó esparciéndose por todos los ámbitos de la tierra.

14. El origen del hombre en manos de Mukulu

La leyenda sobre el origen del hombre en manos de Mukulu es una forma de explicar de dónde proviene el ser humano. Esta leyenda cuenta que Mukulu, el gran dios que también era dios de la agricultura, tras crear el mundo pensó en que éste necesitaba una especie que además de disfrutar su obra, la cuidara.

Entonces Mukulu cavó dos agujeros en la tierra de donde surgieron el primer hombre y la primera mujer. Mukulu los enseñó a cuidar y cultivar los campos para que pudieran alimentarse, pero al paso de los días la pareja dejó de trabajar y de cuidar el mundo. Las plantas murieron y los campos se transformaron en desiertos.

Entonces Mukulu llamó a una pareja de monos y les enseñó lo mismo que les había enseñado a los humanos. A diferencia de ellos, los monos se dedicaron a cuidar el campo. Por esa razón el dios decidió quitarle la cola a los monos y ponérsela a los humanos, para transformarlos en simios, mientras que a los monos los convirtió en humanos. Es de estos monos ascendidos de dónde surgió el resto de la humanidad.

15. La leyenda de Seetetelané

La leyenda de Seetetelané es una enseñanza sobre el agradecimiento y los malos vicios.

Se cuenta que un hombre vivía de forma muy pobre. Tenía que cazar ratones para sobrevivir y de la piel hacer sus ropas. A menudo tenía hambre y frío, no tenía familia ni una pareja que lo acompañara. Así que pasaba el tiempo cazando o embriagándose.

Un día encontró un enorme huevo de avestruz, lo llevó a casa y lo dejó ahí para comerlo más tarde. Cuando llegó el atardecer y regresó a su choza, encontró la mesa puesta y preparada con carne de cordero y pan. A un lado del huevo de avestruz había una hermosa mujer llamada Seetetelané. La mujer le dijo que en adelante ella sería su esposa, con la única condición de que nunca la llamara “hija del huevo de avestruz”, pues entonces se iría sin volver jamás.

El cazador aceptó y decidió no beber nunca más para no llamarla así en un delirio de su embriaguez. Pasaron los días felices y un día Seetetelané le dijo que podía hacer de él el jefe de una tribu.El cazador aceptó y Seetetelané le concedió todo tipo de bienes, servidores, esclavos y riquezas.

Así fue como el cazador se transformó en jefe de su tribu, hasta que un día en una celebración, el hombre empezó a beber y se portó de forma agresiva con Seetetelané, quien al intentar calmarlo recibió un empujón del cazador, que además la llamó “Hija de un huevo de avestruz”.

En ese momento todo desapareció y el cazador sintió frío y vió que todo cuanto tenía había desaparecido. Pero lo que más le dolía era la falta de Seetetelané. El hombre se encontraba muy arrepentido de lo que había hecho, pero ya no había marcha atrás. Días más tarde el hombre falleció sumido en la pobreza y el hambre.

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