Puede que muchos piensen que la poesía es cosa de gente mayor, pero están muy equivocados. Muchos grandes autores en lengua española han demostrado que no solamente es falso, sino que la poesía puede ser divertida y pedagógica para los niños.
Leer poemas a los niños es una excelente oportunidad para darles entretenimiento y promover su desarrollo cognitivo. Entender el significado de los poemas es posible ya que se han escrito muchos especialmente para ellos. Estos poemas a menudo tienen moralejas que les proporciona una fuente de conocimiento sobre el mundo, aunque otras veces son solamente una fuente de diversión a través del lenguaje
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Te recomendamos hacer la prueba. Al principio tal vez tus hijos no entiendan de qué va la lectura, pero con el tiempo puede que acaben pidiéndote que les leas otro poema. La lectura de poesía puede ser un hobby para los niños, siempre y cuando sean atractivos para su edad.
A continuación encontrarás una selección de los mejores poemas cortos en lengua castellana que se han escrito para niños. Algunos seguro que los habrás oído en casa o en la escuela, pues forman parte de un legado cultural que se enseña en las casas y en el colegio.
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1. Los ratones
Juntáronse los ratones
para librarse del gato;
y después de largo rato.
de disputas y opiniones,
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel,
que andando el gato con él,
librarse mejor podrían.
Salió un ratón barbicano,
colilargo, hociquirromo
y encrespando el grueso lomo,
dijo al senado romano,
después de hablar culto un rato:
¿Quién de todos ha de ser
el que se atreva a poner
ese cascabel al gato?
Lope de Vega fue el autor de este poema que tiene como protagonistas a dos animales, el ratón y el gato, tradicionalmente enfrentados por la naturaleza depredadora del segundo.
2. Mi cara
En mi cara redondita
tengo ojos y nariz,
y también una boquita
para hablar y para reír.
Con mis ojos veo todo,
con la nariz hago achís,
con mi boca como como
palomitas de maíz.
La genial poetisa española Gloria Fuertes es la autora de este corto poema con tiernos y graciosos versos que describe lo que podemos encontrar en la cara de forma amable para los niños.
3. La mariposa
Mariposa del aire
¡que hermosa eres!
Mariposa del aire
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
No te quieres parar,
pararte no quieres…
Mariposa del aire,
dorada y verde.
Luz de candil…
Mariposa del aire,
quédate ahí, ahí, ahí.
quédate ahí.
Mariposa ¿estás ahí?
Federico García Lorca escribió este bonito poema que tienen como personaje protagonista a una mariposa.
4. De ola en ola
De ola en ola,
de rama en rama,
el viento silba
cada mañana.
De sol a sol,
de luna a luna,
la madre mece,
mece la cuna.
Esté en la playa
o esté en el puerto,
la barca mía
la lleva el viento.
El escritor español procedente de Galicia Antonio García Teijeiro se ha dedicado sobre todo a la literatura infantil, siendo uno de los más reconocidos en el ámbito.
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5. La gallina de los huevos de oro
Érase una gallina que ponía
un huevo de oro al dueño cada día.
Aun con tanta ganancia mal contento,
uiso el rico avariento
Descubrir de una vez la mina de oro,
y hallar en menos tiempo más tesoro.
Matóla, abrióla el vientre de contado;
pero, después de haberla registrado,
¿qué sucedió? que muerta la gallina,
perdió su huevo de oro y no halló mina.
¡Cuántos hay que teniendo lo bastante
enriquecerse quieren al instante,
abrazando proyectos
a veces de tan rápidos efectos
que sólo en pocos meses,
cuando se contemplaban ya marqueses,
contando sus millones
se vieron en la calle sin calzones.
Félix María Serafín Sánchez de Samaniego fue un escritor español famoso por aplicar una moral racional en sus faulas, que vienen casi siempre protagonizadas por animales.
6. El ave
El ave
para cantar
piensa en el mar.
Está enamorada la luna
de la canción encantada
del ave sobre mi cuna...
cuida mis sueños un hada.
Mi ave
es melodía
de cada día.
Alma Velasco dió el protagonismo en este poema a una ave que imagina su vuelo de forma muy tierna.
7. La oveja
La oveja bala,
(a base de balidos
las ovejas se comunican
con sus vecinos).
La oveja es torpe,
sólo se sabe una letra
la be.
Me dice: -Be,
Be,
Be.
(Me voy)
Gloria Fuertes colaboró en diversos programas infantiles de televisión. Los bonitos poemas infantiles que escribía llegaron a eclipsar su trayectoria poética para el público adulto.
8. La vaca estudiosa
Había una vez una vaca
en la Quebrada de Humahuaca.
Como era muy vieja,
muy vieja, estaba sorda de una oreja.
Y a pesar de que ya era abuela
un día quiso ir a la escuela.
Se puso unos zapatos rojos,
guantes de tul y un par de anteojos.
La vio la maestra asustada
y dijo: - Estas equivocada.
Y la vaca le respondió:
¿Por qué no puedo estudiar yo?
La vaca, vestida de blanco,
se acomodó en el primer banco.
Los chicos tirábamos tiza
y nos moríamos de risa.
La gente se fue muy curiosa
a ver a la vaca estudiosa.
La gente llegaba en camiones,
en bicicletas y en aviones.
Y como el bochinche aumentaba
en la escuela nadie estudiaba.
La vaca, de pie en un rincón,
rumiaba sola la lección.
Un día toditos los chicos
se convirtieron en borricos.
Y en ese lugar de Humahuacala
única sabia fue la vaca.
María Elena Walsh fue la autora de este simpático poema. Poetisa, escritora, cantautora, dramaturga y compositora argentina, fue una persona muy querida y reconocida por su obra, especialmente en la poesía infantil.
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9. Pegasos, lindos pegasos
Yo conocí siendo niño,
la alegría de dar vueltas
sobre un corcel colorado,
en una noche de fiesta.
En el aire polvoriento
chispeaban las candelas,
y la noche azul ardía
toda sembrada de estrellas.
¡Alegrías infantiles
que cuestan una moneda
de cobre, lindos pegasos,
caballitos de madera!
El poeta, escritor e intelectual Antonio Machado también dedicó parte de su obra a poemas que tienen a la infancia como protagonista.
10. La Tarara
La Tarara, sí;
la Tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Lleva la Tarara
un vestido verde
lleno de volantes
y de cascabeles.
La Tarara, sí;
la tarara, no;
la Tarara, niña,
que la he visto yo.
Luce mi Tarara
su cola de seda
sobre las retamas
y la hierbabuena.
Ay, Tarara loca.
Mueve la cintura
para los muchachos
de las aceitunas.
Federico García Lorca fue un autor español muy prestigioso, y también fue así en el ámbito de la poesía. El granadino escribió este tierno poema que también tuvo después su propia canción.
11. Abril
El chamariz en el chopo.
-¿Y qué más?
El chopo en el cielo azul.
- ¿Y qué más?
El cielo azul en el agua.
- ¿Y qué más?
El agua en la hojita nueva.
- ¿Y qué más?
La hojita nueva en la rosa.
- ¿Y qué más?
La rosa en mi corazón.
- ¿Y qué más?
¡Mi corazón en el tuyo!
Juan Ramón Jiménez fue un poeta y profesor de universidad español que llegó a ganar el Premio Nobel de Literatura el año 1956. Este poema está dedicado al mes de abril y a todo el espectaculo que nos ofrece la naturaleza en primavera.
12. La serpiente y la lima
En casa de un cerrajero
Entró la Serpiente un día,
Y la insensata mordía
En una Lima de acero.
Díjole la Lima: «El mal,
Necia, será para ti;
¿Cómo has de hacer mella en mí,
Que hago polvos el metal?»
Quien pretende sin razón
Al más fuerte derribar
No consigue sino dar
Coces contra el aguijón.
En esta faula de Félix María Serafín Sánchez de Samaniego el autor nos brinda una moraleja final, en la cual se da una importante lección sobre los límites de cada uno.
13. LXVI
Echan humo, fuego y vapor las o de las locomotoras?
En qué idioma cae la lluvia sobre ciudades dolorosas?
Qué suaves sílabas repite el aire del alba marina?
Hay una estrella más abierta que la palabra amapola?
Hay dos colmillos más agudos que las sílabas de chacal?
Pablo Neruda, el gran poeta y diplomático chileno que llegó a ganar el Premio Nobel de Literatura el año 1971, también se dedicó a escribir poemas que pueden ser leídos para un público infantil.
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14. Rueda que irás muy lejos
Rueda que irás muy lejos.
Ala que irás muy alto.
Torre del día, niño.
Alborear del pájaro.
Niño: ala, rueda, torre.
Pie. Pluma. Espuma. Rayo.
Ser como nunca ser.
Nunca serás en tanto.
Eres mañana. Ven
con todo de la mano.
Eres todo mi ser que vuelve
hacia su ser más claro.
El universo eres
que guía esperanzado.
Pasión del movimiento,
la tierra es tu caballo.
Cabálgala. Domínala.
Y brotará en su casco
su piel de vida y muerte,
de sombra y luz, piafando.
Asciende. Rueda. Vuela,
creador del alba y mayo.
Galopa. Ven. Y colma
el fondo de mis brazos.
El autor de este poema es Miguel Hernández, un poeta y dramaturgo valenciano muy destacado en el siglo XX. En él se puede apreciar el niño que el autor llevaba aún dentro de sí, el cual disfrutaba de las cosas simples y descubriendo el mundo.
15. Mi abuelo compró una barca
Mi abuelo compró una
de madera de ciruelo.
La echamos en el estanque
donde se refugia el cielo.
La barca no tiene remos
ni velas, ni marineros.
La empujan vientos de espuma,
Alegres titiriteros.
Las aguas surca la barca
de madera de ciruelo,
la barca llena de vida
que un día compró mi abuelo.
Antonio García Teijeiro dedica este poema a la vida al mar y a los abuelos y los nietos. El recuerdo de un nieto por el abuelo es uno de los más bonitos que puede tener una persona adulta.
16. El gato
El gato
cuando está ronco
imita al pato.
El gato se vuelve loco
cuando aparece un ratón
y lo invita poco a poco
para ver televisión.
Mi gato
es cojín esponjado
junto a mi lado.
Alma Velasco es una escritora, académica, actriz, poetisa y música mexicana que también ha publicado o poemas infantiles como este, protagonizado por un gato muy particular.
17. Parejas
Cada abeja con su pareja.
Cada pato con su pata.
Cada loco con su tema.
Cada tomo con su tapa.
Cada tipo con su tipa.
Cada pito con su flauta.
Cada foco con su foca.
Cada plato con su taza.
Cada río con su ría.
Cada gato con su gata.
Cada lluvia con su nube.
Cada nube con su agua.
Cada niño con su niña.
Cada piñón con su piña.
Cada noche con su alba.
Gloria Fuertes nos brinda un poema en el que juega con los versos y la asociaciones entre animales, elementos y niños y niñas. Va de parejas.
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18. En medio del puerto
En medio del puerto,
con velas y flores,
navega un velero
de muchos colores.
Diviso a una niña
sentada en la popa:
su cara es de lino,
de fresa, su boca.
Por más que la miro,
y sigo mirando,
no sé si sus ojos
son verdes o pardos.
En medio del puerto,
con velas y flores,
se aleja un velero
de muchos colores.
En este poema Antonio García Teijeiro nos explica cómo alguien divisó a una niña y la experiencia que le produjo al narrador, que describe de modo muy intenso su experiencia.
19. El lagarto está llorando
El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.
El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.
Han perdido sin querer
su anillo de desposados.
¡Ay! su anillito de plomo,
¡ay! su anillito plomado
Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.
El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.
¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!
¡Ay, cómo lloran y lloran!
¡Ay, ay, cómo están llorando!
Federico García Lorca da el protagonismo a un lagarto y a una lagarta en este poema felizmente casados a pesar de haber perdido su anillo de compromiso.
20. La cigarra y la hormiga
Cantando la Cigarra pasó el verano entero,
sin hacer provisiones allá para el invierno;
los fríos la obligaron a guardar el silencio
y a acogerse al abrigo de su estrecho aposento.
Viose desproveída del precioso sustento:
sin mosca, sin gusano, sin trigo, sin centeno.
Habitaba la Hormiga allí tabique en medio,
y con mil expresiones de atención y respeto
la dijo: «Doña Hormiga, pues que en vuestro granero
sobran las provisiones para vuestro alimento,
prestad alguna cosa con que viva este invierno
esta triste Cigarra, que alegre en otro tiempo,
nunca conoció el daño, nunca supo temerlo.
No dudéis en prestarme; que fielmente prometo
pagaros con ganancias, por el nombre que tengo.
La codiciosa Hormiga respondió con denuedo,
ocultando a la espalda las llaves del granero:
«¡Yo prestar lo que gano con un trabajo inmenso!
Dime, pues, holgazana,
¿Qué has hecho en el buen tiempo?»
«Yo, dijo la Cigarra, a todo pasajero
cantaba alegremente, sin cesar ni un momento.»
«¡Hola! ¿conque cantabas cuando yo andaba al remo?
Pues ahora, que yo como, baila, pese a tu cuerpo.».
Acabamos con una destacada faula de Félix María Serafín Sánchez de Samaniego, probablemente la más conocida. A traves de ella quiere transmitir siempre un significado moral representado a través de los animales, pero contando una naturaleza muy humana.
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