Las 6 fases para superar una ruptura amorosa

El amor puede llegar a su fin, pero la vida siempre vuelve a empezar.

Superar ruptura sentimental

¿Alguna vez han roto contigo? Es una experiencia vital que la mayoría de las personas hemos vivido o, viviremos, a lo largo de nuestra vida. Cuando esto ocurre, debemos hacer frente a un duelo y asumir la pérdida.

En este artículo te explicamos las 6 fases para superar una ruptura amorosa: te contamos cómo es probable -y natural- que te sientas y qué técnicas puedes utilizar para sentirte mejor y acabar superando la ruptura.

La ruptura amorosa y la dependencia emocional

Dependiendo de si hemos sido nosotros/as quienes hemos finalizado la relación, o si ha sido la otra persona, los sentimientos pueden variar. En este artículo nos centraremos en las fases que aparecen cuando es la otra persona quien nos deja; es decir, cuando somos nosotro/as las personas “dejadas”.

Es fácil hacer un símil con las relaciones amorosas y con la adicción a ciertas drogas. Muchas veces, las relaciones son como las drogas o el alcohol, y puede que estemos “enganchados” a una relación; sin embargo, aunque no lo estemos, siempre existe cierta dependencia que posibilita que la relación dure.

Así, esta dependencia es equiparable a la dependencia que se genera ante una droga; de hecho, los estudios demuestran que las zonas del cerebro que se activan cuando estamos enamorados, son las mismas que cuando disfrutamos con una droga (zonas de refuerzo).

Es por ello que, tras una ruptura, los sentimientos y sensaciones que aparecen se pueden equiparar a los que aparecerían si estuviéramos abandonando una droga: el famoso síndrome de abstinencia, pero más a nivel emocional que físico. A lo largo del artículo explicaremos en qué consiste este síndrome aplicado al terreno de las rupturas amorosas.

Las 6 fases para superar una ruptura amorosa

Las 6 fases para superar una ruptura amorosa que te proponemos no tienen por qué seguir siempre el mismo orden; también se puede pasar de una fase a otra y volver a la inicial.

Es decir, en cada persona este proceso puede variar; lo que importa es poder aplicar algunas de estas técnicas para empezar a asimilar y procesar la situación de ruptura.

Así, más que “fases”, lo que te explicamos en este artículo son “momentos” por los que seguramente pasarás al acabar la relación y técnicas que puedes utilizar en cada uno de ellos para superar la ruptura.

1. Etapa 1: Los primeros días

¿Qué ocurre en la primera de las fases para superar una ruptura amorosa? En esta primera etapa conviven muchos sentimientos: ansiedad, miedo, insomnio, nerviosismo, sensación de vacío… y muchas veces, también una necesidad compulsiva de contactar con la otra persona.

Es muy habitual que cuando nuestra pareja hasta el momento, decide finalizar la relación, nos sobrevenga un sentimiento de incredulidad y nos encontremos en un estado de shock. Después de este estado, que suele producirse en esta primera etapa de los primeros días, aparece el “síndrome de abstinencia”, ya mencionado al inicio del artículo.

Así, de igual forma que una persona adicta a alguna sustancia, se queda sin su droga y manifiesta el síndrome de abstinencia a la misma, así nos sentimos nosotros (salvando las distancias, y entendiendo que se trata de dos “problemas” de muy diversa naturaleza, pero para que se entienda el símil).

En esta primera fase deberemos hacernos a la idea de que nos toca desengancharnos de esa persona que hasta ahora era nuestra pareja. No es fácil, ya que esta persona seguramente era una fuente de seguridad, bienestar y estabilidad para nosotros (o en el peor de los casos, la única); sin embargo, es el momento de empezar a tomar distancia de esa persona, de empezar a hacer cosas nuevas y de afrontar la nueva situación.

2. Etapa 2: La desintoxicación

En la segunda de las fases para superar una ruptura amorosa, después de los primeros días donde seguramente hemos llorado mucho y nos hemos empezado a hacer a la idea de la nueva situación, toca hacer cambios: entramos en la fase de desintoxicación.

En esta fase, deberemos borrar todo rastro de esa persona: esto no quiere decir borrar o destruir todas sus cosas, sino dejar de saber de esa persona, especialmente a través de las redes sociales; es decir, dejar de seguirlo en todas las redes, dejar de mirar sus perfiles, borrarlo del whatsapp, etc.

Lo que importa es empezar a aplicar el contacto cero. Cuanto menos sepamos de esa persona, y más los primeros días, mejor, ya que nos permitirá hacernos a la idea poco a poco de la nueva situación, y es que esa persona ya no quiere estar en nuestra vida.

Debemos eliminar los pensamientos del tipo “¿Y si hago esto -por ejemplo, borrarlo de las redes- y me olvida?”, ya que si esa persona nos quiere no nos olvidará (aunque, si nos quisiera, no nos hubiera dejado).

3. Etapa 3: Empieza a aplicar cambios a tu vida

En esta tercera fase deberás empezar a aplicar algunos cambios, que te permitan iniciar una nueva etapa. Así, algunas de las ideas que te proponemos son:

3.1. Salir con los amigos

Ahora que, seguramente tienes más tiempo libre, opta por hacer planos con tus amigos y familiares. Sobre todo, “oblígate” a salir, a hacer cosas, aunque no te apetezca mucho, haz un pequeño esfuerzo para salir del estado de apatía en el que te encuentras. Antes que llamar a tu ex, mejor llamar a un amigo, ¿no crees?

3.2. Escribir

Una buena manera de procesar y asumir la nueva situación, es escribiendo; escribe cuando te apetezca, cuando sientas que te nace algo de dentro y no sabes muy bien qué es. Escribir te ayudará a entenderte mejor, a escucharte y a detectar qué es lo que necesitas en cada momento. Además, escribiendo puedes desahogarte, y es una alternativa mejor que escribir a tu ex.

3.3. Hacer deporte

Hacer deporte es otra manera de sentirnos mejor, ya que liberamos tensiones y focalizamos nuestra atención y energía a otro estímulo diferente a los pensamientos rumiativos o negativos (es decir, al propio cuerpo). Además, liberamos endorfinas y nuestro estado de ánimo mejora.

4. Etapa 4: Las preguntas sin respuesta

En la siguiente de las fases para superar una ruptura amorosa nos encontramos con las preguntas sin respuesta. Estas preguntas, en algunas personas aparecen muy pronto (los primeros días tras la ruptura) y en otras un poco más tarde.

Así, es frecuente preguntarse: ¿Hice algo mal? ¿Es culpa mía? ¿Por qué ya no me quiere? ¿Volverá? La mayoría de estas preguntas, sencillamente no tienen respuesta (o si la tuvieran, de nada nos serviría conocer la respuesta). Estas preguntas solo hacen que anclarnos al pasado, buscando motivos para seguir martirizándonos; es por ello que no debemos darles coba.

Sencillamente, si aparecen (igual que los pensamientos negativos o rumiativos), debemos dejarlas pasar, y no intentar buscar una respuesta. Se nos debe quedar grabado que, salvo en casos con circunstancias extremas, cuando alguien nos deja es porque sencillamente ha decidido que su etapa con nosotros ha finalizado.

Es una decisión dura y dolorosa pero legítima, y al igual que la otra persona nos escogió en su momento, en este momento ha escogido, libremente, dejar de compartir su vida con nosotros/as.

5. Etapa 5: Los bajones y las noches en blanco

Esta etapa incluye momentos de bajón y de noches en blanco (y puede ir intercalándose entre las otras). Los momentos de bajón aparecen cuando, creías haberte recuperado un poco, y sin embargo de repente recuerdas algo o te entra la nostalgia y te entran muchas ganas de llorar.

Te sientes extremadamente triste, durante unas horas o unos días. Por suerte, son momentos que deben existir para ir procesando la pérdida, y que tal como llegan, se van.

Por su parte, las noches en blanco son aquellas donde, sencillamente no puedes dormir (porque empiezas a recordar a tu ex, te haces preguntas, etc., y a raíz de ello aparece el insomnio).

Por suerte, también acaban desapareciendo. Un consejo: si estás en una noche en blanco, no te “obligues” a dormir; intenta relajarte, y sal de la cama (cuantas menos horas estén con insomnio en la cama, mejor).

6. Etapa 6: La recuperación y la aceptación

Finalmente, la mejor de las fases para superar una ruptura amorosa, y que por norma general y de forma natural (o con ayuda psicológica) siempre acaba llegando, es la fase de la recuperación y la aceptación.

Ha pasado un tiempo desde la ruptura (dependiendo de la relación y la persona, pueden ser semanas, meses, o incluso años). Aquí ya te encuentras mejor, ya has recuperado las ganas de vivir, de hacer cosas e, incluso, de conocer a otra persona.

Has aceptado que esa persona ya no está en tu vida, y ya no sientes ni culpa, ni rabia ni resentimiento. Sencillamente lo asumes y estás abierto/a a las nuevas cosas que están por llegar a tu vida.

Referencias bibliográficas

  • Castelló, J. (2005). Dependencia emocional: características y tratamiento. Alianza Editorial. Madrid.

  • De Selys, C. (2018). Amor y desamor: claves para superar con éxito una ruptura amorosa. Editorial Sirio.

  • Riso, W. (1999). ¿Amar o depender? Editorial Planeta. Barcelona.

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