Las relaciones de pareja abren mundos dentro de nuestras vidas. Son vivencias con las que crecemos, y desarrollamos facetas de nosotros mismos con las que no contábamos antes de vivir esa experiencia.
Las cosas pueden ir bien y seguir adelante junto a esa persona con la que nos sentimos felices, o puede ser que las cosas se tuerzan por la razón que sea y la relación termine. En tal caso, ¿qué lectura se puede hacer del hecho de seguir en contacto con tu expareja una vez que todo ha terminado entre vosotros?
Algunos estudios han sacado conclusiones sobre este hecho que dan mucho que pensar.
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¿Una relación de amistad que evoluciona?
Hay quienes una vez han terminado su relación de pareja, no vuelven a retomar el contacto con esa persona; puede deberse a que el final haya sido demasiado duro y complicado como para verse con ánimo de volver a tratar con quien se vivió un episodio de vida que más vale olvidar.
También el factor distancia fomenta que aquellos que optaron por tomar caminos separados puedan continuar su vida sin encontrarse en su día a día y así evitar seguir en contacto con su expareja.
Pero también hay personas que consiguen mantener una relación cordial con su expareja a pesar de que todo haya terminado, tanto si han rehecho su vida con otra nueva pareja como si no.
Eso sí, hay que tener presente que el lapso de tiempo mínimo que se recomienda esperar para poder reencontrarse con un ex después de la ruptura (y poder verlo como tal) son dos meses, durante los cuales lo ideal es que no haya habido ningún tipo de contacto ni en persona ni a través de las redes sociales o por teléfono.
Ahora bien, entre aquellos que consideran que retomar la relación de amistad con su ex es síntoma de madurez y una forma natural de evolucionar el vínculo entre esas dos personas, decirles que no generalicen ni se engañen. Las estadísticas señalan otro tipo de motivos para seguir en contacto con su expareja.
¿Cuál es el verdadero motivo para seguir en contacto con una expareja?
Según unos estudios publicados recientemente, aproximadamente el 40% de las personas encuestadas continuaba teniendo relación con al menos uno de sus ex, donde en algunos casos se mantenía el contacto de forma muy frecuente.
Sin embargo, no era indicativo de haber superado la ruptura, ya que un alto porcentaje de los entrevistados que seguían en contacto con su expareja a pesar de haber comenzado una nueva relación, contemplaba contar con su ex como plan B en el caso de que las cosas no le fueran bien con la actual.
Buscar contacto con tu ex habla sobre tu relación actual
Curiosamente, los motivos más repetidos para mantener el contacto con su expareja entre los participantes de este estudio, tal y como hemos dicho anteriormente, por un lado era contar con la posibilidad de retomar de nuevo la relación de pareja con esa persona y, por otro lado, para mantener una cordialidad con quien forma parte del mismo círculo de amistades.
Ahora, ¿de qué forma influía la relación de pareja actual en el deseo de seguir en contacto con la expareja? ¿Tenía algo que ver? Pues sí, bastante.
Cuando la relación de pareja actual era satisfactoria para la persona, sólo mantenían la cordialidad con su ex por no perjudicar la unión del grupo de amigos comunes, mientras aquellos que no conseguían que las cosas con su nueva pareja fueran viento en popa mantenían la esperanza de volver con la anterior y por eso se acercaban de nuevo a ella.
Concluyendo
No sería ni justo ni riguroso generalizar sobre las razones que hay detrás de quienes deciden seguir en contacto con su expareja; hay tantos casos distintos como personas, y en todas las circunstancias se produce una suma de factores que condiciona el que las cosas sean de una forma u otra.
Habrá personas que realmente hayan conseguido encontrar el equilibrio en su vida, donde sea compatible mantener una buena amistad con su ex al mismo tiempo que su relación de pareja actual es lo suficientemente fuerte como para no afectarle lo más mínimo ese hecho. Pero son una minoría.
Lo que se deduce de este estudio es que lo más habitual es que, quien desea seguir en contacto con su expareja, albergue la esperanza de retomar la relación que mantenía con ella porque con la actual no llega a ser tan feliz.
Por tanto, bien podría aplicarse el dicho; “Donde hubo fuego, quedan brasas”
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