Ansiedad por comer: 9 trucos para controlar el apetito y el hambre emocional

¿Sientes la necesidad de comer o picotear cuando te sientes mal? ¡Lee estos trucos para remediarlo!

Comer de forma compulsiva y sin saciarnos esconde problemas emocionales.

En ocasiones, los cambios emocionales o pasar por una situación de estrés nos puede producir ansiedad por comer de forma compulsiva. Algunas personas sienten la necesidad de seguir picoteando pese a estar llenas y otras necesitan satisfacerse a través de la comida para sentirse mejor.

En cualquier caso, puedes llegar a controlar los impulsos para picotear y evitar comer con ansiedad con algunos trucos que te contamos en este artículo.

¿Por qué siento la necesidad de comer?

La ansiedad por comer se produce cuando necesitamos llenar el estómago para satisfacer necesidades emocionales, más que por tener hambre realmente. La comida se convierte en un alivio para situaciones en las que nos sentimos tristes, enfadadas, estresadas o incluso aburridas. La comida pasa a ser entonces una especie de vía de escape de nuestras preocupaciones y un alivio rápido que nos calma temporalmente en situaciones de estrés.

Pero cuando este apetito se vuelve una necesidad y abrir la nevera se convierte en nuestro primer impulso en este tipo de situaciones, entramos en un círculo vicioso poco saludable en el que el verdadero problema se mantiene. Y no solo eso, el descontrol por comer más nos acaba haciendo sentir más culpables y nos acaba generando malestar.

Para evitar esta ansiedad por comer primero debemos preguntarnos qué nos lleva a ese impulso, para poder buscar formas de controlarlo sin necesidad de recurrir a la comida. A continuación te mostramos algunos trucos que puedes seguir para controlar tu apetito en estos casos y poner fin a este círculo vicioso.

Trucos para calmar la ansiedad por comer

Aunque salir de este bucle pueda parecer una tarea imposible, existen formas de calmar esta necesidad por comer y poder tomar las riendas de tu apetito.

1. Sé consciente del problema

Lo primero que debes procurar es averiguar cuál es el origen de esta ansiedad por comer. Puede que ni tan solo seas consciente de lo que te está llevando a comer con compulsión, por lo que debes hacer un trabajo de introspección para encontrar qué te está preocupando realmente.

Reflexiona acerca del problema que te lleva a comer con ansiedad y piensa si puedes hacer algo para solucionarlo. Puede ser un problema puntual de estrés o puede tener que ver con falta de autoestima. En cualquier caso, tu cerebro intenta llenar esos vacíos con comida para que te sientas mejor y debes encontrar otras formas de afrontar el problema.

2. Para de comer unos minutos

Si algo te preocupa y sientes el impulso de comer para saciarte, haz este simple ejercicio. Detén ese impulso por unos minutos y evita comer durante media hora. Dedícate mientras a otras actividades, ya sea algo del trabajo, leer un libro o ver un episodio de tu serie favorita.

Es probable que pasada esa media hora ya no sientas la ansiedad por comer que tenías hace un rato. Y es que estas sensación de hambre o de necesidad de saciar el apetito es puramente mental y nada tiene que ver con nuestro estómago. Si pasado ese rato realmente sigues teniendo hambre, entonces procura saciarte con una deliciosa fruta.

3. Relájate

Ya que el problema es puramente emocional o por estresores, lo mejor que puedes hacer es tomarte un momento para descansar y centrarte en ti y en tu cuerpo.

Así que un buen ejercicio que puedes realizar para calmar la ansiedad por comer pasa por relajarte a través del control de tu respiración. Si sientes el impulso de comer cuando no toca, para un segundo y concéntrate en respirar de forma pausada durante unos minutos. Verás como al finalizar te sientes mejor y ya no tienes necesidad de recurrir al picoteo.

4. Reduce los dulces y excitantes

Aunque el cuerpo nos esté pidiendo algo dulce en estos momentos, tomar alimentos con mucho azúcar es contraproducente. Estos lo único que harán es generar una subida puntual del azúcar en sangre, que luego tu cuerpo querrá mantener cuando se produzca la bajada, aumentando todavía más la ansiedad por comer.

Lo mismo ocurre con las bebidas excitantes como el café o bebidas con teína. Cámbialas mejor por zumos o infusiones, especialmente si estas son relajantes.

5. Bebe muchos líquidos

Ya sabemos que beber agua y mantenerse hidratada es tan básico como beneficioso, pero en este caso se convertirá en tu gran aliado. Tanto el agua como otros líquidos tienen un efecto saciante y te ayudan a sentirte más llena.

En ocasiones incluso puede ser que esta necesidad por comer sea causada por deshidratación, y que tu cuerpo lo que te esté pidiendo realmente sean líquidos.

Es por ello que si sientes ansiedad por comer y tienes la necesidad de atiborrarte, bebe antes uno o dos vasos de agua. Es recomendable hacerlo también antes de cada comida para evitar comer con compulsión y más cantidad de la debida.

6. Alimentación natural y rica en nutrientes

Otra forma de controlar esta ansiedad por comer es precisamente cuidando lo que comes. No basta con tratar de evitar esa necesidad compulsiva, sino que lo que comas cuando toca afectará al hambre que puedas tener a lo largo del día.

Tu cuerpo necesitará alimentación muy variada y rica en nutrientes, por lo que es importante comer de todo para mantenerlo bien alimentado durante más tiempo. Será importante comer tanto frutas y verduras como carnes ricas en proteínas. También serán de gran ayuda los alimentos con fibra, que son muy saciantes y ayudan a controlar el apetito.

Evita comer solo alimentos procesados, ya que carecerán de nutrientes y tu cuerpo seguirá necesitando alimentos. Lo mismo ocurre con las comidas crudas, como las ensaladas. Estas no son saciantes y al momento volverás a tener hambre si no las acompañas de más alimentos.

7. Aumenta la frecuencia de las comidas

Otro de los trucos para evitar este apetito insaciable es mantener a raya el hambre comiendo más a menudo. Es importante realizar cinco comidas al día bien completas y saciantes.

Será importante realizar un buen desayuno, comer algo a media mañana, almorzar, realizar una merienda y cenar bien. De esta forma controlarás mejor el apetito y tu alimentación, y evitarás la necesidad de comer entre horas.

8. Saborea cada bocado

La ansiedad por comer se puede combatir con más relajación, pero esto se puede aplicar también mientras comes. Será muy importante comer con tranquilidad, lentamente y sin prisas. Saborea cada bocado y mastica bien la comida. De esta forma te saciarás más fácilmente que comiendo deprisa, mal y compulsivamente, y tu digestión te lo agradecerá.

9. ¡Actívate!

Puede que te asuste realizar algún tipo de deporte o una actividad física moderada, por si esta te produce más hambre. Pero nada más lejos de la realidad. Realizar ejercicio físico te ayudará a reducir el estrés y la ansiedad que te están llevando a comer compulsivamente.

Puedes moverte más, empezar a practicar ejercicio o incluso practicar yoga, que te permitirá mantenerte relajada y reducir tensiones. Si no eres de hacer ejercicio o el cuerpo no te lo permite, puedes mantenerte igual de activa con alguna actividad que te relaje y te mantenga lejos del aburrimiento que puede llevarte a comer más.

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