Taquicardia: síntomas de alerta, causas y tratamiento

Te explicamos qué ocurre cuando tu corazón se acelera demasiado.

Taquicardia

¿Sabes qué es la taquicardia? ¿Alguna vez has padecido un episodio taquicárdico?

Se trata de una alteración del corazón, que empieza a latir más rápido de lo normal, en una situación de reposo. Las causas que la originan son diversas.

En este artículo conoceremos en qué consiste la taquicardia, cuáles son sus síntomas de alerta, las causas que pueden explicar su origen y los tratamientos a seguir en caso de padecerla. Veremos, además, cómo la prevención es una herramienta clave para evitar su aparición.

Taquicardia: ¿en qué consiste este trastorno?

Seguro que has escuchado hablar alguna vez sobre la taquicardia, ¿pero sabes realmente en qué consiste? La taquicardia es una alteración del corazón, que implica que nuestra frecuencia cardíaca (del corazón) aumente de forma excesiva en situación de reposo.

En los episodios de taquicardia, la frecuencia cardíaca aumenta hasta más de 100 latidos por minuto (en general, entre 100 y 400). Pensemos que lo normal, en situación de reposo, es que nuestro corazón lata entre 60 y 100 veces por minuto.

La consecuencia directa de estos síntomas es que nuestro corazón no pueda bombear la sangre de forma adecuada, y que no pueda llegar suficiente oxígeno al resto del cuerpo. La taquicardia afecta más a las mujeres que a los hombres, y puede ser de dos tipos: taquicardia auricular (cuando se produce en las aurículas) y taquicardia ventricular (cuando se produce en los ventrículos).

Tener taquicardia no implica padecer una enfermedad grave, pero sí que es cierto que padecerla puede reducir el tiempo de vida de nuestro corazón. Además, dependiendo de la causa que la origine, puede ser más o menos grave.

Podemos padecer una taquicardia de forma puntual, esporádica u ocasional, o también padecerla de forma frecuente. En este último caso, la taquicardia se convierte en una enfermedad muy seria a tratar.

Síntomas de alerta

La taquicardia se produce porque nuestra frecuencia cardíaca aumenta de forma considerable; esto conlleva que el corazón lata demasiado rápido, y se traduce en un bombeo de sangre ineficaz. De esta forma, los diferentes órganos y tejidos del cuerpo pueden estar recibiendo un aporte insuficiente de oxígeno, lo que implica diferentes síntomas y signos.

Así, los síntomas más frecuentes que origina una taquicardia son: sentir una debilidad repentina, confusión, sensación de vértigo, síncope (pérdida pasajera del conocimiento o desmayo), temblor en el pecho, una sensación de ahogo (así como dificultades respiratorias) y padecer mareos.

Otros síntomas que pueden aparecer son: sensación de aturdimiento, tener el pulso acelerado, baja presión arterial, dolor en el pecho, palpitaciones cardíacas (por ejemplo un latido muy acelerado, molesto o irregular), etc.

Así que, si empiezas a sentir alguno de estos síntomas, estas ante un síntoma de alerta de la taquicardia, y es probable que estés padeciendo una.

Taquicardia Electrocardiograma

Posibles causas

Las causas de la taquicardia son diversas. Algunas de las más frecuentes son: el tabaquismo, un exceso de estrés, diferentes tipos de infecciones, una hipertensión arterial, padecer una enfermedad cardíaca o coronaria, padecer una enfermedad pulmonar, insuficiencia renal, una glándula tiroidea hiperactiva, abuso de alcohol u otras drogas, abuso de cafeína y sentir emociones fuertes de forma frecuente.

Como hemos visto, dependiendo de la causa de la taquicardia, la gravedad de la misma será mayor o menor. Por eso, como veremos ahora, la prevención y el tratamiento resultan esenciales. Si además se conoce que se padece ya una enfermedad previa (por ejemplo una enfermedad cardíaca), deberemos ir con cuidado y realizar los seguimientos médicos pertinentes que nos permitan controlar nuestra enfermedad.

Tratamiento y prevención de los episodios de taquicardia

El mejor tratamiento para la taquicardia es una buena prevención. Vamos a hablar primero de ella y después explicaremos los tratamientos propiamente dichos para tratar la taquicardia.

1. Prevención

La prevención consistirá en intentar mantener el corazón saludable, a través de un estilo de vida sano y tranquilo. Es por ello que también será importante reducir la probabilidad de padecer una enfermedad cardíaca o, en caso de tenerla, controlar sus síntomas y realizarse un buen seguimiento.

Por otro lado, podemos apostar por un estilo de vida saludable, a través de la práctica de ejercicio, una dieta equilibrada, etc. El peso también es importante que lo mantengamos dentro de unos límites saludables.

Otras estrategias de prevención consisten en dejar de fumar si lo haces, beber poco alcohol, limitar el consumo de cafeína, así como controlar el estrés diario. También se puede apostar por practicar yoga o mindfulness a fin de estar más relajados y prevenir estos estados estresantes.

Además, el tratamiento preventivo de la taquicardia, en algunos casos también incluye ciertos medicamentos tomados con regularidad; se trata de medicamentos antiarrítmicos. Estos, además, se podrán combinar con medicamentos de otro tipo (por ejemplo bloqueadores de los canales o bloqueadores beta), siempre bajo prescripción médica.

2. Tratamiento

Por otro lado, ya no hablando de prevención sino de tratamiento de la taquicardia, encontramos diferentes tipos. Estos tienen la misión de tratar la causa de la enfermedad, de reducir la frecuencia cardíaca acelerada, de prevenir episodios futuros y de minimizar el riesgo de sufrir complicaciones.

Los diferentes tratamientos que podemos encontrar para reducir la frecuencia de latido del corazón son:

2. 1. Maniobras vagales

Estas consisten en realizar los siguientes pasos: toser, agacharte (como si fueras a ir de vientre) y colocarte una compresa de hielo sobre la cara. Las maniobras vagales tienen que ver con el nervio vago, y pueden ayudar a reducir la frecuencia cardíaca. Estas deberán ser enseñadas por un médico o un/a enfermero/a, y se aplicarán en caso de estar padeciendo un episodio de taquicardia.

2. 2. Medicamentos

Otra opción (y en caso de que la anterior no resulte eficaz) son los fármacos. Normalmente se administra una inyección de un fármaco que tiene efectos que reducen las arritmias. Estos fármacos ayudan a restablecer la frecuencia cardíaca normal. Además de inyecciones también se pueden tomar tabletas (pastillas), siempre bajo prescripción médica.

2. 3. Cardioversión

La tercera opción de tratamiento de la taquicardia es la llamada cardioversión. Se trata de un procedimiento donde se aplica un choque eléctrico al corazón, a través de diferentes métodos: un desfibrilador, parches o paletas, que se colocan en el pecho de la persona.

De esta manera, la corriente eléctrica puede restablecer el ritmo normal del corazón. La cardioversión se suele aplicar como tratamiento de emergencia o cuando las opciones anteriores no resultan efectivas.

Referencias bibliográficas

  • Gutiérrez, O y Araya, V. (2002). Manual de Arritmias Cardíacas. Guía diagnóstica y terapéutica. Editorial de la Universidad de Costa Rica.

  • J.Fernández-Armenta, N. Calvo Galiano, D., Penela, I., García-Bolaob. (2013). Actualización en taquicardia ventricular. Medicine - Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 11(39): 2346-2355.

  • Mayo Clinic. (2019). Taquicardia. Diagnóstico y tratamiento.

  • Sanitas. (2019). Causas y síntomas de la taquicardia. Biblioteca de Salud: Prevención - Salud.

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