Trastorno disfórico premenstrual: síntomas, causas y tratamiento

La menstruación causa molestias a muchas mujeres, pero a veces el dolor es realmente discapacitante.

Síndrome disfórico premenstrual

Cansancio, irritabilidad, inflamación pélvica, dolor de moderado a fuerte, ... son síntomas que todas las mujeres reconocen como típicos de la menstruación. Sin embargo, esta sintomatología puede ser mucho más intensa, convirtiéndose en un auténtico martirio.

Algunas mujeres sufren las molestias extremas del trastorno disfórico premenstrual (TDPM). Existen también el síndrome premenstrual, el cual es común y cuyas molestias se pueden calmar con algún analgésico o tomando un descanso. Sin embargo, el trastorno disfórico premenstrual vuelve estos casos en verdaderamente extremos.

Trastorno disfórico premenstrual: síntomas, causas y tratamiento

El trastorno disfórico premenstrual representa el conjunto de síntomas físicos, emocionales y conductuales que se presentan en el síndrome premenstrual, pero con mucha mayor intensidad. Tal grado de dolor se sufre que resulta una condición discapacitante para quien lo padece.

Y son hasta el 4.8% de las mujeres en edad reproductiva las que presentan esta afección. Se presenta de 7 a 10 días antes de la menstruación, y estos dolores generalmente cesan una vez que ésta llega. Por la intensidad del dolor verse afectada la vida diaria, incluso las relaciones personales y laborales.

Síntomas

Los síntomas del trastorno disfórico premenstrual son también psicoemocionales y conductuales. El dolor se apodera de la persona, y en algunos casos se extiende durante 1 o 2 días después de que llegue la regla. A veces los dolores físicos pueden no ser tan intensos como los síntomas emocionales.

Dentro de la serie de síntomas que se presentan en el trastorno disfórico premenstrual, algunos pueden tomar más relevancia que otros. Lo normal es que se presenten juntos, lo cual puede desencadenar una serie de dificultades. Los síntomas que se presentan con este trastorno son los siguientes.

1. Ansiedad

Durante la fase lútea previa a la menstruación se puede manifestar mucha ansiedad. Este estado mental puede llegar a ser muy intenso durante estos días e imposibilitar a quien lo padece de seguir con su vida normal. La ansiedad desaparece o disminuye considerablemente al llegar la menstruación.

2. Irritabilidad

La irritabilidad puede llegar a convertirse en una intensa ira. Quienes padecen este trastorno, a diferencia quien sufre el síndrome premenstrual, sienten un enfado mayor e incontrolable. Esta fuerte reacción puede ocasionar problemas graves en sus relaciones personales y laborales. Durante la etapa premenstrual es muy común que estas personas tengan dificultad en controlar su ánimo.

3. Depresión

El trastorno disfórico premenstrual puede causar una profunda tristeza de la que es difícil sobreponerse. Incluso sin una causa aparente, las mujeres afectadas por este trastorno pueden presentar a menudo una sensación de desesperanza muy intensa. Les cuesta lograr encontrar una motivación aún en cosas o situaciones que habitualmente las reconforta.

4. Trastorno del sueño y hábitos alimenticios

Otros síntomas comunes de este trastorno son los cambios en el sueño y en los hábitos alimenticios. Sin que exista una causa aparente, el sueño se ve afectado ya sea con insomnio o con cansancio extremo. Este cansancio, además, no mejora aunque se duerma suficiente. Así mismo puede aparecer una falta total de apetito o un deseo compulsivo por comer.

5. Cefalea

La cefalea es un síntoma que también aparece en el síndrome premenstrual. En el caso del trastorno disfórico premenstrual se presenta un dolor intenso en la cabeza, acompañado de pesadez y en ocasiones hasta confusión. Puede perdurar durante varios días antes de la menstruación y desaparecer en cuanto ésta llega.

6. Dismenorrea

Dismenorrea se refiere a la menstruación dolorosa. Se presentan intenso dolor en el vientre, cadera y piernas. Además, muchas mujeres sienten calambres intensos que se van cuando la regla termina. Se trata de uno de los síntomas relacionados con el trastorno disfórico premenstrual más evidentes.

Causas

Al igual que con el síndrome premenstrual, no se conocen a ciencia cierta las causas de este trastorno. Existen pocos estudios concluyentes al respecto, y dada la subjetividad de la sintomatología es común que estos sean de carácter psiquiátrico.

Es común confundir el trastorno disfórico premenstrual con el síndrome premenstrual u otras enfermedades relacionadas con la menstruación (como miomas o endometriosis) restándole importancia al aspecto emocional. Esto implica habitualmente una demora del diagnóstico,

S cree que la raíz de la explicación se debe relacionar con los cambios hormonales propios de la etapa lútea, sobre todo durante los días previos a la llegada de la regla. Se enumeran así algunos antecedentes que podrían desencadenar el trastorno disfórico premenstrual.

1. Abuso de alcohol o estupefacientes

El abuso del alcohol o estupefacientes podría ser un detonante de los síntomas de este trastorno. Aunque no está comprobado del todo, uno de los factores que contribuyen a incrementar la intensidad de las molestias es el abuso de estas sustancias que alteran el sistema nervioso y que se potencializan con los cambios hormonales.

2. Trastorno de tiroides

El trastorno de tiroides está relacionado a desórdenes hormonales. Por esta razón podría haber una relación entre un problema con la tiroides y la intensidad de las molestias previas a las menstruación. Ya sea hipotiroidismo o hipertiroidismo, una afección en la tiroides debe consultarse con el médico.

3. Sobrepeso

El sobrepeso se relaciona también a la presencia del trastorno disfórico premenstrual. Un mal funcionamiento en el metabolismo puede ocasionar el sobrepeso, y éste a su vez ocasiona desajustes endocrinos. Al igual que con las demás causas, esto no está totalmente comprobado. Sin embargo, podría ser una posibilidad al considerar todos los efectos negativos que el sobrepeso causa en el organismo.

4. Falta de ejercicio

La falta de ejercicio también podría ser una causa de este trastorno. Se tiene conocimiento de que cuanta más actividad física tienen las mujeres, menos intensidad en los síntomas llegan a presentar. Sea como sea, siempre se recomienda como forma de prevención realizar ejercicio con frecuencia.

Tratamiento para el Trastorno disfórico premenstrual

El tratamiento para este trastorno está enfocado en lo sintomático. Esto significa que prioriza minimizar o prevenir los síntomas puesto que no se tiene certeza sobre la causa real del trastorno; no hay tratamiento que acabe eliminando el trastorno como tal.

No existen tampoco estudios de laboratorio o de imágen que permitan un diagnóstico. Éste se realiza por medio de la historia clínica y la observación, así como del criterio del médico. Debido a esta situación, muchas mujeres se automedican con analgésicos y otros medicamentos, algo que hay que evitar.

Si bien corresponde al doctor decidir el tratamiento, en la mayoría de los casos funciona que éste sea integral. Esto significa que el tratamiento debe considerar la parte física y la parte psicológica de la personas.

Esta última es la que más se ve afectada por este trastorno, ocasionando incluso graves problemas a nivel social y familiar.

1. Pastillas anticonceptivas

Las pastillas anticonceptivas pueden favorecer o aminorar las molestias de este trastorno. Debido a que los anticonceptivos tienen hormonas, muchas mujeres se ven beneficiadas al utilizarlas porque regulan sus procesos hormonales. Esto causa una disminución en la intensidad de las molestias.

2. Analgésicos

Los analgésicos alivian los dolores presentes en el trastorno disfórico premenstrual. Ya sea para combatir la cefalea o el dolor en el vientre o las articulaciones, los analgésicos son un gran aliado. Las mujeres con este trastorno suelen tomar analgésicos, con lo que se consigue al menos evitar molestias a nivel físico.

3. Antidepresivos y ansiolíticos

Un medicamento antidepresivo reduce los síntomas emocionales, el cansancio y los trastornos de sueño. De la misma forma, los ansiolíticos ayudan a minimizar la sensación de tristeza y ansiedad. Es importante que estos medicamentos sean prescritos por un médico.

4. Cambio en el estilo de vida

Un cambio radical en el estilo de vida podría eliminar el trastorno disfórico premenstrual. Requiere un esfuerzo mayor y los resultados pueden ser a largo plazo, pero vale la pena intentarlo. Cambiar hábitos alimenticios, hacer ejercicio constante, ir a un psicoterapeuta y aplicar técnicas de manejo del estrés puede ayudar mucho. A veces hay que cambiar ciertas cosas en la vida de una persona y que el cuerpo tenga mejores condiciones para combatir un trastorno como este.

Referencias bibliográficas

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