Padres primerizos: 15 consejos para cuidar de los hijos

La experiencia de ser padres primerizos es única e irrepetible.

Padres primerizos, consejos

Quizá uno de los momentos más intensos en la vida es la llegada del primer bebé. Y no importa la edad. Puedes ser muy joven cuando te conviertas en madre/padre por primera vez, o ya estar más entrado en años, aún así nunca es fácil.

Los padres primerizos andan todos iguales: ojeras, cansancio, desorientados, angustiados, pero con una enorme sonrisa en los labios. Y es que la llegada del bebé es un momento hermoso y especial, pero tiene un lado complicado, es mejor estar bien preparados para ello.

Todo lo que deben saber si van a ser padres por primera vez.

Ante la llegada de un bebé, hay que estar preparados lo mejor posible. Hay muchas formas de hacer esto pues la llegada del primer hijo plantea cambios en varios niveles: económico, emocional, relación de pareja y familiar.

Sin duda es un proceso que no se parece a ningún otro. Por esta razón hemos preparado esta lista con algunos consejos para padres primerizos que sin duda te ayudarán en esta nueva etapa. Recuerda que esto solo ocurre una vez, es mejor gozarlo en plenitud.

1. Información en equilibrio

Existe tanta información actualmente que quizá resulte contraproducente. Sin duda, informarse puede ser de gran ayuda, solo hay que tener cuidado de no caer en el extremo de la sobreinformación.

La desinformación, la infoxicación y la sobreinformación, además de generar mayor estrés, puede causar ansiedad y confusión, esto debido a que en ocasiones lo que uno lee y aprende puede ser contradictorio. Además, en internet hay miles de fuentes donde consultar, y no todas son fiables ni rigurosas.

2. Planificar las compras

Con la llegada del primer bebé, los padres primerizos quieren correr a comprar de todo. Si llegas a la tienda sin un plan, ten por seguro que los vendedores te convencerán de que necesitas comprar toda la tienda.

Lo mejor es planear las compras. Hablarlo en pareja, preguntar a otros papás más experimentados y decidir qué cosas sí son necesarias para el bebé y cuáles no lo son tanto, es la única forma de controlar los gastos.

3. Organizar la logística del día del parto

Hay que llegar a un acuerdo sobre qué harán el día que comience la labor de parto. ¿Cómo se trasladarán al hospital? ¿Qué pasa si la mamá se encuentra en su centro de trabajo? ¿Cuánto tiempo tardan en trasladarse? ¿Quién se hará cargo de la maleta?

En fin, hay que tener hablados todos los detalles acerca de lo que pueda ocurrir ese día y cómo solucionarlo. Esto les dará certidumbre y tranquilidad.

4. Las visitas

Una vez que nazca el bebé, todos querrán ir corriendo a visitarlos. Esto no siempre es lo mejor. Seguramente se sentirán agotados, sobre todo la mamá.

En este momento, los padres están adecuándose a un nuevo ritmo de vida y acoplarse requiere su tiempo. Lo mejor es hablar abiertamente con la familia y pedirles ser prudentes y mesurados en las visitas durante los primeros días. No hay ninguna prisa ni nadie debe forzarnos a recibir ciertas visitas que no queramos dar la bienvenida en estos días tan íntimos.

5. Tener todo listo para atender al bebé

Cuando se está al cuidado de un bebé, lo mejor es ser muy precavidos y planeadores. Al momento de cambiar el pañal, darle un baño o alimentarlo, hay que tener todo listo.

Nunca hay que dejar al bebé solo en el cambiador ni en la bañera, por eso es que si nos olvidamos de algo, lo mejor es tomar en brazos al bebé, ir a buscar lo que haga falta, y luego volver y continuar.

Bebés con mamá

6. Alimentación

Los primeros días surgen muchas dudas ante las horas de alimentación del bebé. No obstante, hay que seguir una regla muy sencilla: la alimentación es a libre demanda durante los primeros 6 meses. Ya sea lactancia materna o fórmula, no hay restricción de horario ni de tomas.

Además, no debe darse ningún otro tipo de alimento (ni agua) durante estos primeros 6 meses, ya que podría sentar mal al bebé.

7. El llanto

Algo que angustia mucho a los padres primerizos es el llanto de su bebé. Sin embargo, no hay que estresarse demasiado. Recordemos que es la única manera que tiene de expresar y demandar sus necesidades.

Un bebé llora porque tiene hambre, frío, cólico, pañal sucio o quiere ser cargado en brazos. Si todas estas necesidades están cubiertas y aún así llora, entonces sí podría considerarse que pase algo más. Será el momento de acudir al pediatra para que le pueda realizar una exploración médica.

8. Los cólicos

Las molestias por cólicos y gases son prácticamente imposibles de evitar. Después de cada toma de leche hay que ayudar al bebé a expulsar los gases.

Para esto hay que cargarlo erguido y darle palmadas leves en la espalda. Los masajes ligeros en la pancita también pueden ayudar. Incluso con todas estas precauciones, el neonato puede llegar a sentirse molesto. No es motivo para asustarse, bastará con seguir masajeando o dando palmadas.

9. Temperatura corporal

Hay que ser cuidadosos en no tapar demasiado o muy poco al bebé. En ocasiones esta parte resulta compleja para los padres primerizos.

El secreto para saber qué hacer es cubrir al bebé con una prenda extra de la que nosotros usemos. Para tener referencia de su temperatura corporal hay que tocar la espalda, porque las manos y pies suelen estar más fríos que el resto. Aunque sí es importante cubrirlo de las corrientes de aire, sobre todo los primeros días, para evitar resfriados.

10. Higiene

La higiene de los cuidadores durante los primeros días es fundamental. Antes de tomar en brazos al bebé hay que lavarse las manos.

Esta recomendación es para todo aquel que pretenda tomar en brazos al pequeño sin las medidas higiénicas necesarias. No lavarse las manos puede contaminar con bacterias y microbios al bebé, lo que podría causar resfriados e infecciones de todo tipo. Además, los biberones y chupones deben encontrarse debidamente esterilizados. Durante las primeras semanas esto es importante para mantener lejos las enfermedades y contagios.

11. La hora de dormir

Al momento de acostar al bebé en su cuna o la cama hay que tener ciertas precauciones. Nunca se debe dejar dormir boca abajo. La posición correcta es de cúbito, es decir, mirando hacia arriba.

No hay que abrigarlo demasiado y es mejor alejar muñecos o almohadas que puedan caerle encima o incomodarle. Evitar gorros y revisar que no haya cordones o listones sueltos.

12. La hora del baño

Bañar al bebé por primera vez es una experiencia única. Pero deben tenerse en cuenta ciertos aspectos para que todo salga bien. El agua debe estar a una temperatura óptima: templada, es decir, que hay que cuidar que no esté demasiado caliente. La temperatura recomendada es entre 35 y 37 grados centígrados, para ser exactos.

El jabón y champú deben ser adecuados para bebé. Si se meterá en bañera, quien lo cargue debe llevar una camiseta puesta para evitar que el agua y el jabón provoquen que el bebé resbale.

13. Tomar al bebé en brazos

No hay ningún inconveniente en tomar en brazos al bebé tanto como quieran los padres. Es muy común que la gente alrededor opine que no debes cargar al bebé todo el tiempo o siempre que llore, se cree que esto los vuelve malcriados.

Esto no es verdad, así que siempre que te sea posible y así lo desees, cárgalo sin temor. Usar un rebozo o fular puede ayudar a cargar y dormir a tu bebé en brazos y tener las manos libres para hacer otras cosas. Sobre todo, hay que extremar las precauciones para evitar que el neonato se nos pueda caer.

14. Aprender a recibir consejos

Cuando un bebé llega, todos tienen algo que decir. Incluso las personas que no tienen hijos. Todos quieren opinar algo y pontificar sobre crianza, ropa, hábitos saludables, y un largo etcétera.

Y está bien, compartir experiencias y escuchar consejos puede ser de gran utilidad. Pero hay que aprender a recibir esa información y utilizar la que nos convenga y la que no, desecharla, sobre todo aquella que nos genera más estrés o que proviene de personas con poca experiencia o poco sentido común.

15. El pediatra

Sin duda un gran aliado en esta etapa es el pediatra. Siempre que sea posible hay que buscar a un pediatra antes de la llegada del bebé.

Una persona que les genere confianza y que tenga la disposición de antenderles a cualquier hora en cualquier día. Los primeros días generan mucha incertidumbre, poder llamar o mensajear al doctor para saber si está pasando algo normal o algo extraño puede traer mucha tranquilidad a los padres primerizos.

Referencias bibliográficas

  • Chao, Ruth K. (1994). Beyond Parental Control and Authoritarian Parenting Style: Understanding Chinese Parenting Through the Cultural Notion of Training. Child Development.
  • Tamis-LeMonda, Catherine S.; Bornstein, Marc H. (2002). Advances in Child Development and Behavior Volume 29. Elsevier.
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